El 5 de junio, dia del ambiente, la ong Extinción Rebelión (XR) Argentina reveló en sus redes sociales una “presentación” brindada por la consultora Eunoia al equipo de YPF en enero del presente año, referida a una estrategia construcción de la licencia social para operar por la exploración offshore en Buenos Aires.
La licencia social es un término utilizado para referirse al grado de legitimidad social de las actividades y proyectos de una empresa o actividad económica. Esa legitimación se la dan los diferentes grupos de interés y es independiente de la legalidad del proyecto. Argentina cuenta con basta experiencia de proyectos aprobados por los tres poderes del estado, pero que con el apoyo de la comunidad no pudieron funcionar (ver el caso de las mineras en Esquel).
En la presentación realizada para YPF se pueden evidenciar cómo se promueve la realización de estrategias inmorales y antidemocráticas para ganar esa licencia social:
“[…]RECHAZO: Mitigar la influencia de quienes se oponen, desgastando el mensaje y también al emisor, ACEPTACIÓN: Imponer condiciones favorables sobre toda la economía, el consumo interno y el ambiente[…]”
Según la teoría de comportamiento humano detrás del estudio, se proponen trabajar sobre 4 etapas: (1) Debilitar el rechazo; (2) Construir aceptación; (3) Consolidar aprobación y (4) Reconstruir el reclamo.
La capacitación promueve en toda la presentación diversas formas de desarticular a quienes piensan diferente:
“[…]vPara debilitar a aquellos que se movilizan en contra, debemos trabajar no solo sobre el contenido de lo que plantean sino también sobre la percepción del reclamo. No vamos a cambiar la posición del núcleo duro, pero aquellos que se suman en etapas tempranas a amplificar el impacto suelen hacerlo por moda, sentido de pertenencia o por suponer que están siendo parte de algo más grande y positivo para la sociedad[…]”
En el caso del rechazo plantean:
“[…]Debemos convertir esa moda en un miedo profundo de quedar en ridículo, empatándolo con los reclamos más descabellados y con las formas más incómodas. Detener la contaminación suena bien, pero… ¿Quiero ser de esos chicos que le tiran salsa a un cuadro? ¿Soy de la izquierda que quiere matar al capitalismo?[…]”
Desde SSF repudiamos el accionar inmoral, antiético y antidemocrático de la estrategia presentada, que en lugar de promover el diálogo, tiene como principal objetivo ridiculizar a quienes pensamos diferente.
Sin diálogo no hay democracia posible
Desde SSF trabajamos en la construcción de consensos y espacios de diálogo para tender puentes entre los diversos sectores y desarrollar estrategias de largo plazo bajo el paraguas de la #TransiciónJusta. Pero es imprescindible que todas las partes involucradas cumplan normas básicas de respeto, de lo contrario no hay debate posible.
Al frente de la energía del país, necesitamos una empresa argentina que de verdad mire hacia el futuro:
- Que asuma que el cambio climático es una de las grandes amenazas de la humanidad y que a este ritmo conforme lo advirtió la Organización Meteorológica Mundial vamos a llegar al 1.5 grados en el 2027. Esto implica, según el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) que el 40% de la humanidad es altamente vulnerable a sus impactos. Por ello, dada la velocidad con la que las emisiones de GEI deben ser reducidas para cumplir las metas climáticas no es recomendable seguir incentivando la extracción de ningún combustible fósil y menos de la forma más riesgosa (explotación offshore).
- Que cumpla con la legislación nacional, especialmente con el Acuerdo de Escazú, y esté alineado con los compromisos que Argentina asumió internacionalmente en materia de cambio climático. El estado tiene la obligación de proteger a las defensoras y defensores de derechos humanos en asuntos ambientales, por eso no se puede permitir que una empresa nacional promueva su hostigamiento y ridiculización.
- Que deje de mirar exclusivamente a los combustibles fósiles como solución. La reducción de costos de las renovables nos obliga a replantearnos la necesidad de utilizar el gas como puente a la transición. El gas requiere de millonarias inversiones en infraestructura, altamente subsidiadas por todos nosotros. Sumado a estar en un contexto internacional encaminado al retiro progresivo de los combustibles fósiles, podrían quedar completamente inutilizadas en unos pocos años.
- Que garantice el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna (ODS 7 de la agenda 2030). La soberanía energética y el nacionalismo no se garantiza con la explotación de hidrocarburos por parte de empresas extranjeras.
- Que aclare qué fue lo que sucedió con esta presentación. Que no tengamos que recurrir nuevamente a pedidos de información pública para que expliquen lo que resulta de público conocimiento. Si este tipo de estrategias contra defensores ambientales se financiaron desde una empresa estatal, sería un hecho de enorme gravedad.
#QueremosUnaExplicación
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