El cambio climático es una de las principales amenazas que enfrenta la humanidad.
Comprender sus causas, consecuencias y qué podemos hacer al respecto es nuestro trabajo de todos los días.
Es el cambio que se produce en el sistema climático incluyendo a la atmósfera, la hidrosfera, la criósfera, la litosfera y la biosfera hasta llegar a un nuevo equilibro. Se pueden observar modificaciones tanto en los valores promedio como en la ocurrencia de eventos extremos.
Cuando hablamos de cambio global incluimos principalmente a los cambios en el uso del suelo (donde destaca la deforestación) y al cambio climático. Cuando hablamos de cambio climático, incluimos al calentamiento global (temperatura) pero también incluimos cambios en los regímenes de precipitación (lluvias, granizo, nievo, etc) y otros elementos.
Vamos a ver estos términos en más profundidad.
El calentamiento global es el que se produce de manera generalizada en la temperatura media del planeta como consecuencia del aumento de los gases de efecto invernadero. Actualmente, observamos un aumento de la temperatura de más de 1°C respecto de los niveles pre-industriales. Esto tiene serias consecuencias para la habitabilidad del planeta.
En el gráfico se observa las diferencias respecto del promedio entre 1880 y 2020.
Fuente: Climate.gov
Cuando nos llegan los rayos del sol, una parte es reflejada de vuelta al espacio y otra parte es absorbida por la tierra y el mar. Luego, de la parte absorbida hay una porción que es liberada directamente al espacio y otra parte es absorbida por los gases que de efecto invernadero. El efecto en sí, no es malo. De hecho si no existiera las temperaturas en la tierra serían tan bajas que la vida como la conocemos no sería posible. El problema es que mediante las actividades que realizamos los seres humanos incrementamos la cantidad de gases de efecto invernadero (GEI) y ahora se observa un aumento generalizado y sostenido en la temperatura media del planeta.
Los principales GEI en la atmósfera terrestre son el vapor de agua (H2O), el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4), el óxido nitroso (N2O) y el ozono (O3).
No todos los gases tienen el mismo efecto, por eso se mide su «potencial de calentamiento». Por ejemplo, el metano tiene casi 85 veces la capacidad de generar calentamiento que el dióxido de carbono. Al mismo tiempo, es importante conocer sus ciclos y cuánto tiempo se mantienen en la atmósfera.
Para hacer comparaciones, se usa el «dióxido de carbono equivalente» como medida, normalizando los valores tomando como referencia al CO2. Éste gas es el más abundante y responsable en un 63% del calentamiento global.
Concentración actual de GEI
En Abril de 2019, la concentración de CO2 superó las 400 ppm (Partes por millón). La más alta concentración de los últimos 800.000 mil años.
Para poder operar en con un clima conocido, la humanidad debe regresar a una concentración de 350 ppm. Es por esto que activistas y organizaciones de todo el mundo abogan por políticas de mitigación urgentes.
Errar es humano, pero hecharle la culpa otro, es más humano todavía…
Sabemos que somos los seres humanos los responsables del cambio climático porque si bien han habido cambios en el pasado, esos factores no aplican a la situación actual. Es más, la actividad solar estaría bajando, con lo cual estaría «enfriando» el planeta y enmascarando parte del calentamiento provocado por los seres humanos.
Si querés entender al detalle por qué esto es así, te recomendamos los informes del IPCC, en especial las «bases científicas físicas – 6to reporte» que podés encontrar acá.
Las dos principales actividades que generan el cambio climático son la deforestación y la quema de combustibles fósiles.
En el primer caso, el avance de la la deforestación se debe a la demanda de tierras por parte de la actividad agropecuaria que genera los alimentos que requiere la humanidad.
En el caso de los combustibles fósiles, se realiza la quema para obtener energía en centrales eléctricas o se usan directamente como combustibles, por ejemplo, para el transporte terrestre, marítimo y aéreo.
Acuerdo de París 2015 | COP21 de la Convención Marco de Naciones Unidas Sobre Cambio Climático (CMNUCC)
El Acuerdo de París (en inglés: Paris Agreement; en francés: Accord de Paris) es un acuerdo dentro del marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que establece medidas para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). El acuerdo busca mantener el aumento de la temperatura global promedio por debajo de los 2 °C por encima de los niveles pre-industriales, y perseguir esfuerzos para limitar el aumento a 1.5 °C, reconociendo que esto reduciría significativamente los riesgos y efectos del cambio climático.