La crisis climática provoca diversas consecuencias: Desde eventos climáticos extremos, olas de calor, aumento del nivel del mar, contaminación del aire, agua y suelos y muchos etcéteras más, que tienen sus propios impactos en la salud. La invasión de mosquitos que sufren hoy dia los habitantes del AMBA no es una casualidad.
A pesar de que puntualmente la invasión de mosquitos que se está viviendo en las zonas de CABA y La Plata es del género Aedes albifasciatus conocido como el “mosquito de la inundación” y no tiene la capacidad para transmitir dengue u otras arbovirosis de relevancia para el humano, sí puede transmitir el Virus de la Encefalitis Equina del Oeste (EEO) que el año pasado tuvo un brote que se cobró la vida de decenas de caballos en el centro del país.
Más allá que el único impacto que pueden generar estos mosquitos son las fuertes picaduras y el estupor generalizado, no está de más repasar algunos datos y conceptos claves para protegernos de ellos y otros mosquitos.
El dengue en cifras según OPS
La OPS (Organización Panamericana de la Salud) estima que para 1990, solamente 27 países de la región tenían casos de dengue y afectaron a casi 160.000 personas. El año pasado, todos menos 3 países de la región (43 de 46) tenían pacientes con dengue y los casos llegaron a pasar los 4.1 millones, un récord total.
Estos números no toman en consideración las personas con síntomas leves que no se enteran que tuvieron dengue y aquellos que transcurren la enfermedad fuera de centros de salud, que se cree que abarca el 80% de los casos1.
Por si fuera poco, no hay una estandarización en la forma de informar los casos: Brasil informa todos los casos sospechosos mientras que México únicamente los confirmados, dificultando la comprensión real del problema.
De cualquier manera, se estima que 500 millones de personas están expuestas en la región y la carga económica que representa por la pérdida de productividad tiene un costo anual superior a los $3.000 Millones de dólares. La invasión de mosquitos excede los límites de la salud personal.
Qué pasa a nivel mundial
Más del 80% de la población el planeta vive en áreas con al menos una enfermedad transmitida por vectores (malaria, dengue, zika, fiebre amarilla, leishmaniasis, etc.) y casi la mitad del mundo (3.900 millones de personas) están en riesgo de contraer dengue.2
Agrega a estas dificultades que los sistemas de salud se encuentran saturados y en general no pueden absorber la alta demanda de atención e internación que los brotes por estas enfermedades generan.
Cómo se relacionan el cambio climático y la invasión de mosquitos
Aprovechamos que nos zumban el oído para recordar su relación con el cambio climático, cómo este influye en su hábitat, distribución y ciclo de vida y cómo pueden impactar en la salud.
Empecemos por las picaduras: solamente las hembras que están prontas a desovar son las que pueden pican y este género puntual es más grande y deja picaduras más agresivas que el conocido aedes aegypti.
Las personas que tienen piel atópica o sensible, pueden desarrollar pápulas (o ronchas) más grandes y molestas que si se rascan con vehemencia podrían predisponer a una sobreinfección bacteriana lo que eventualmente requeriría tratamiento antibiótico.
3 recomendaciones para estar prevenido
Recomendación número 1
No rascarse y utilizar alguna crema o loción con algún antihistamínico local para disminuir el prurito.
Lo que logra la crisis climática es que las temporadas de calor se extiendan no sólo en tiempo, enfocándonos desde el fin de la primavera hasta entrado el otoño, sino también en latitud (en nuestro caso más al sur) y altura, llevando a que zonas más templadas presenten temperaturas ideales para la proliferación de estos insectos transmisores de enfermedades.
Además, los eventos climáticos extremos son cada vez más intensos y frecuentes, generando lluvias e inundaciones que exacerban el problema: la invasión de mosquitos será cada vez más común.
Es de crucial importancia entender dónde y cómo evolucionan los mosquitos para saber cómo evitarlo: estos insectos son especies urbanas y los mosquitos hembras dejan sus huevos en sitios donde se acumulen agua estancas, esto quiere decir que no tengan corriente ni movimiento constante.
Hay que chequear especialmente superficies de agua y el bordes recipientes (pueden ser baldes, floreros, platos de macetas, fondos de piletas y un sinfín de cacharros más) donde los mosquitos pasan por los estados de pupa y larva, hasta convertirse en adultos con capacidad de alimentarse (en otras palabras, de picarnos).
Recomendación número 2
Evitar tener sitios donde se pueda acumular el agua.
Dar vuelta, vaciar y cubrir recipientes que no se utilizan, cambiar frecuentemente el agua para las mascotas y la de floreros, vaciar platos de macetas y descacharrar todo lo que se pueda.
Es importante limpiarlos bien porque a pesar de vaciarlos, los huevos pueden quedar pegados en las paredes internas de los recipientes.
También poner mosquiteros en las rejillas del piso de patios, terrazas o balcones, ya que en sus bordes internos también pueden procrear. Otra alternativa es verter agua hirviendo de forma frecuente (día por medio) sobre los bordes de estas rejillas para despegar los huevos y evitar que evolucionen.
La fumigación en el caso puntual de esta invasión es útil, ya que el género aedes albifasciatus se reproduce en plazas y parques.
Para el caso del aedes aegypti, que su ciclo sucede en interiores de hogares, su eficacia pasa por eliminar a los mosquitos adultos, pero no tienen impacto en las larvas en evolución.
Serotipos del dengue
Existen 4 serotipos de dengue, por lo que cada persona puede contagiarse 4 veces de la enfermedad, siendo cada infección peor que la anterior, sumando al cuadro la reacción inmunitaria de cada organismo.
Es importante estar atentos a la aparición de síntomas después de una picadura. Las poblaciones más vulnerables son niños, ancianos y personas con enfermedades pre-existentes, pero los trabajadores al aire libre y cualquiera que disfrute un día de sol se encuentra expuesto.
La fiebre suele aparecer pasados los 5 días de la picadura y puede acompañarse de dolores de cabeza retrooculares (que viene de atrás de los ojos), mareos, disminución de presión arterial, dolores musculares y manchas rojas puntiformes en el cuerpo llamadas petequias, producto de la ruptura de vasos sanguíneos secundarios a la enfermedad.
Es fundamental acudir a un centro de salud para ser evaluado y confirmar el cuadro, para poder recibir el acompañamiento y tratamiento necesarios.
Recomendación número 3
Evitar exponernos a las picaduras.
Poner mosquiteros en puertas y ventanas, utilizar ropa de colores claros y preferentemente manga larga, utilizar espirales en el exterior y pastillas en el interior y aplicarse periódicamente repelente con el ingrediente activo DEET.
Mientras mayor porcentaje de DEET tenga, más horas nos protegerá (en los chicos y chicas es mejor ponerles más frecuentemente que utilizar altas concentraciones porque su piel es más sensible que la de los adultos).
Los aceites de citronela no están siendo efectivos frente a estos mosquitos.
La crisis climática nos obliga a estar atentos todo el año a la invasión de mosquitos y las enfermedades que transmiten. ¡Cuidémonos entre todos!
Dr. Damián Markov
- Médico Pediatra, especializado en Medicina Climática y Salud Ambiental
- Docente Asociado en el Programa sobre Políticas de Ciencias Climáticas y de la Salud, Anschutz Medical Campus, Universidad de Colorado (EEUU)
- Director para LATAM de S-Viva – Consultora especializada en Salud Humana y Ambiental
- Coordinador de Clima y Salud – Sustentabilidad Sin Fronteras