En un momento crucial para la protección ambiental en América Latina, Argentina se prepara para participar en la tercera Conferencia de las Partes (COP 3) del Acuerdo de Escazú, un tratado histórico que busca fortalecer la democracia ambiental en la región. Este evento, que se llevará a cabo del 22 al 24 de abril en Santiago de Chile, promete ser un hito fundamental en la agenda ambiental regional.
El Acuerdo de Escazú, adoptado en 2018 en Costa Rica, representa un compromiso pionero para garantizar el acceso a la información, la participación pública y la justicia en asuntos ambientales, además de brindar protección a las personas defensoras de los derechos humanos en estos temas.
Es el primer tratado regional en el mundo que incluye disposiciones específicas para la protección de estos defensores y ha sido firmado por 15 países de América Latina y el Caribe, incluída Argentina.
A pesar del liderazgo de Argentina en el Acuerdo de Escazú, especialmente en la última COP como país anfitrión, aún no están confirmadas las autoridades ambientales que estarán participando.
Esta cuestión sumada a la reducción de la jerarquía de la cartera ambiental y la adopción de recientes medidas que cercenan los derechos consagrados en el Acuerdo, como el protocolo antipiquetes, plantean interrogantes sobre el papel que Argentina desempeñará en la conferencia y generan dudas sobre su compromiso continuo con los principios ambientales que promueve el Acuerdo de Escazú.
La COP 3 será una oportunidad clave para abordar temas cruciales, como la aprobación del Plan de Acción sobre Defensoras y Defensores de Derechos Humanos en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe, la efectiva implementación nacional del Acuerdo, y cuestiones procedimentales necesarias para el correcto funcionamiento del acuerdo.
El Plan de Defensoras y Defensores, luego de haber pasado por distintas instancias de participación y consulta pública, está listo para ser tratado en esta COP y constituye el principal hito a abordar.
Su aprobación es crucial para fortalecer la protección de quienes trabajan en la defensa del ambiente, promover la participación ciudadana en decisiones ambientales y avanzar hacia una gobernanza ambiental más democrática y sostenible en la región.
En definitiva, la COP 3 del Acuerdo de Escazú representa una oportunidad crucial para impulsar cambios sustanciales en las políticas ambientales, fortalecer la colaboración entre naciones y promover la protección de las personas defensoras del ambiente en toda América Latina y el Caribe.
Con un enfoque especial en países como México y Colombia, que aún no ratificaron el acuerdo, pese a liderar los rankings de agresiones y asesinatos contra las personas defensoras del ambiente.
Desde Sustentabilidad sin Fronteras estaremos participando atentos a los desarrollos de la COP 3 y a las acciones que surjan para avanzar en la protección ambiental y los derechos humanos en nuestra región.
Autor Mg. Mariano Villares, Co-Fundador de Sustentabilidad sin Fronteras.