Camino a la COP30: Brasil en el centro del debate climático global

En noviembre de 2025, Brasil será el anfitrión de la 30ª Conferencia de las Partes, COP30, en Belém do Pará, en un contexto de emergencia climática sin precedentes. Esta cumbre representa un hito histórico en la gobernanza climática multilateral y una oportunidad única para tratar de la agenda global en temas clave como la mitigación, adaptación, financiamiento, tecnología y capacitación.

COP30

La COP30, celebrada en el corazón de la Amazonia brasileña, busca ser un punto de inflexión en la lucha contra el cambio climático, promoviendo una visión de desarrollo sostenible que integre justicia climática y cooperación internacional.

Esta visión está alineada con los principios fundamentales de la Constitución Federal de Brasil, que aboga por construir una sociedad libre, justa y solidaria, erradicar la pobreza y la marginalización, y fomentar la cooperación internacional para el progreso de la humanidad.

Un momento clave para la Acción Climática

La COP30 coincide con el vigésimo aniversario del Protocolo de Kioto y el décimo del Acuerdo de París, lo que la convierte en un hito decisivo para la gobernanza climática mundial. Se espera que la cumbre impulse compromisos renovados para la reducción de emisiones y el fortalecimiento de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDCs).

Según el último informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, 2023), el mundo debe reducir sus emisiones en un 43 % para 2030 con respecto a los niveles de 2010 para limitar el calentamiento global a 1.5°C. Todavía queda mucho por hacer.

Brasil enfrentará importantes desafíos como anfitrión de la COP30, desde gestionar los intereses divergentes entre países desarrollados y en desarrollo, hasta movilizar financiamiento climático y asegurar la participación equitativa de todos los actores.

No obstante, también tiene a su favor oportunidades clave, como su liderazgo en biodiversidad, la creciente inversión en bioeconomía y su influencia en la gobernanza climática global, lo que le permitirá desempeñarse como facilitador de consensos y promotor de soluciones innovadoras.

La presidencia de la COP30 invitará a la comunidad internacional a unirse a un “mutirão” (esfuerzo colectivo) contra el cambio climático, un concepto que proviene de los pueblos indígenas de Brasil, y que refleja el espíritu de trabajo conjunto para lograr un objetivo común.

Transición de la negociación a la implementación del Acuerdo de París

La COP30 marcará una transición importante, pasando de la fase de negociación del Acuerdo de París a una etapa de implementación y aumento de la ambición. Los países deberán fortalecer sus NDCs para alinearse con el objetivo de limitar el calentamiento global a 1.5°C.

Sin embargo, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), aún existe una brecha significativa en las emisiones, estimada entre 20 y 23 gigatoneladas de CO2, que impide cumplir con la meta de 1.5°C.

Los resultados clave esperados de la COP30 incluyen un aumento sustancial en el financiamiento climático, el compromiso de reducir la deforestación mediante estrategias de restauración de ecosistemas clave, avances en la regulación de mercados de carbono y el desarrollo de plataformas digitales para facilitar la cooperación en mitigación y adaptación.

También se buscará consolidar una agenda que vincule la acción climática con la protección de la biodiversidad.

Belém do Pará: un símbolo de la Amazonía y su importancia global

cop30

La selección de Belém do Pará como sede de la COP30 resalta la importancia de la Amazonía en la agenda climática global. Esta región no solo es fundamental para la estabilidad del clima planetario, sino que también representa la conexión entre el desarrollo sostenible y la preservación ambiental.

La Amazonía alberga aproximadamente el 10 % de la biodiversidad mundial y absorbe entre 90 y 140 millones de toneladas de CO2 anualmente, desempeñando un papel crucial en la regulación del clima global.

Al llevar la conferencia a la Amazonía, Brasil envía un mensaje claro sobre la necesidad de proteger los bosques tropicales y garantizar la participación de las comunidades locales e indígenas en la toma de decisiones. Al mismo tiempo, se promoverán soluciones que fomenten el desarrollo económico, social y ambiental sustentable de las poblaciones que habitan esta región tan diversa y compleja.

En los debates que se realizarán en Belém, será esencial atender a los avances científicos más recientes y reevaluar el papel fundamental de los bosques y las comunidades que los protegen. La oportunidad de mitigar el cambio climático en una ventana de tiempo limitada depende de frenar la deforestación y restaurar las áreas degradadas. Esto permitirá una absorción masiva de gases de efecto invernadero de la atmósfera, al mismo tiempo que revitaliza los ecosistemas.

Fortalecimiento de la cooperación internacional y Alianzas Estratégicas

Con la COP30 trasladándose al Hemisferio Sur, alzamos la vista hacia las cinco estrellas de la “Cruz del Sur”, que nos guiarán en los cinco pilares fundamentales de la UNFCCC: mitigación, adaptación, financiamiento, tecnología y capacitación.

Para garantizar el éxito de la conferencia, Brasil hará un llamado a la creación de alianzas estratégicas que movilicen las palancas de la acción climática. Todos los sectores – gobiernos, finanzas, entes subnacionales, empresas, sociedad civil, academia, tecnología, comunidades y pequeños negocios – deben unirse para fortalecer la cooperación y el sentido de pertenencia global frente a la crisis climática.

COP30

Como señaló el Presidente Designado de la COP30, Embajador André Aranha Corrêa do Lago, “la falta de ambición será juzgada como falta de liderazgo, porque no habrá liderazgo global en el siglo XXI que no esté definido por el liderazgo climático”. Estamos convencidos de la importancia del multilateralismo como herramienta capaz de promover las soluciones de que necesitamos con la urgencia que la crisis climática requiere.

Brasil trabaja de cerca con Emiratos Árabes Unidos y Azerbaiyán, las presidencias anteriores de la COP, en el desarrollo del camino hacia la COP30. Este esfuerzo incluye la implementación del “Mapa del Camino de Bakú a Belém”, que busca garantizar un financiamiento climático más accesible y efectivo. Según el Banco Mundial, los países en desarrollo requieren aproximadamente 1.3 billones de dólares anuales hasta 2030 para cumplir con los objetivos climáticos establecidos en el Acuerdo de París.

Para maximizar el conocimiento colectivo, la presidencia de la COP30 invitará a todas las presidencias de la COP desde la COP21 hasta la COP29 a conformar un “Círculo de Presidencias”, que brindará asesoramiento sobre el proceso político y la implementación de las medidas climáticas. Con ello, se espera reforzar la cooperación internacional y avanzar en soluciones concretas y eficaces.

Una COP30 inclusiva y representativa del Sur Global

Brasil ha subrayado la importancia de una COP30 inclusiva, que garantice la participación activa de los países en desarrollo, pueblos originarios y comunidades locales. Se prevén foros de diálogo multisectorial y la creación de un “Círculo de Liderazgo Indígena” para asegurar que los conocimientos ancestrales contribuyan a las soluciones climáticas.

En América Latina, aproximadamente 826 pueblos originarios dependen de los bosques para su sustento y juegan un rol clave en la conservación de los ecosistemas.

La cumbre también buscará promover la equidad de género en la acción climática, fortaleciendo la representación de la sociedad civil en los debates. Según ONU Mujeres, las mujeres, especialmente en comunidades rurales y del Sur Global, son las más vulnerables a los efectos del cambio climático, pero también son fundamentales en la implementación de soluciones sostenibles.

Una oportunidad decisiva para el compromiso global

La COP30 será una oportunidad decisiva para reforzar el compromiso global frente al cambio climático. Brasil, como anfitrión, tiene el potencial de influir significativamente en la agenda climática internacional y fortalecer la cooperación multilateral en favor del desarrollo sostenible.

Con una visión centrada en la justicia climática y la inclusión, la COP30 puede marcar el inicio de una nueva era en la gobernanza climática global, asegurando que la acción climática sea efectiva, equitativa y duradera.

Sobre el autor: Julio Glinternick Bitelli, Embajador de Brasil.

Nacido en la ciudad de Santo André, estado de San Pablo, el 3 de diciembre de 1960, el embajador Julio Glinternick Bitelli se graduó de la Facultad de Derecho de la Universidad de San Pablo en 1983. Terminó sus estudios en el Instituto Río Branco, la academia diplomática brasileña, en 1986. Obtuvo una maestría en Administración Pública por la Escuela Harvard Kennedy en 2003.

En Brasil, trabajó en la División de Naciones Unidas (1987-1988); en el Departamento de Organismos Internacionales (1988-1989); y en la División Especial de Medio Ambiente (1990-1991). Entre 1996 y 1999, fue adjunto en la Asesoría Especial de la Presidencia de la República. Fue jefe de gabinete del Ministro de Estado de Relaciones Exteriores entre 2015 y 2016.  

En el extranjero, el embajador Julio Bitelli se desempeñó en la Misión ante las Naciones Unidas en Nueva York (1991-1994) y en las embajadas en Montevideo (1994-1996), Washington (1999-2003), Buenos Aires (2003-2006), La Paz (2007-2009) y nuevamente Buenos Aires (2010-2013). Fue embajador del Brasil en Túnez (2013-2015), Bogotá (2016-2019) y Rabat (2019-2023). 

El embajador Bitelli posee vasta y variada experiencia profesional, con parte significativa de su carrera dedicada a las relaciones del Brasil con Sudamérica, en especial con la Argentina.

Dejá un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *